Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2013

Hay días...

Hay días… Incluso semanas… Meses… Que se hacen largos. Que cuando te levantas por la mañana y visualizas lo que va a ser la jornada se te hace eterno antes siquiera de comenzarlo. Sea lunes o domingo. Sin ganas de salir a la calle, sin ganas de estar con nadie, de hacer nada. Porque no encuentras motivación en lo que haces, porque la rutina habitual -que en mi caso suele ser de vorágine diaria- no está y se hace cuesta arriba todo. Afortunadamente han pasado. Creo. Ahora vuelvo a sentir ilusión, ganas, optimismo, fuerza. Una reunión de un domingo, en el que te plantean una nueva oportunidad laboral a pesar de la que está cayendo. Justo en el momento en el que empezaba a plantearme casi todo. En el que quería dejar atrás mi profesión, porque igual que me ha dado muchas satisfacciones, también muchas decepciones. Justo en el punto exacto en el que quería cerrar puertas y alejarme, para entrar en otros ámbitos. Para buscarme de nuevo, pero en otro sitio. Una decisión que me

De vuelta a las ondas

Creo que nunca he terminado de irme del todo. Ahora las disfrutaré dos semanas, en septiembre otras dos. El mismo cantar de cada verano. Después de un año, me reencuentro con las ondas. Con la radio. Y con la Cope, la que me vio nacer periodísticamente y la que sigue regalándome la posibilidad de hacer una de las cosas que más me gustan. Y es que lo he dicho muchas veces. Echo de menos ejercer el periodismo. Ya sé que la época que he escogido para ello no es la mejor, pero no lo puedo evitar. Me gusta contar lo que pasa en el mundo, en este caso en mi ciudad. Y ahora he vuelto. Sí, por unos días, pero lo estoy disfrutando. Me gusta hablar con mis oyentes, con los conocidos que hacen por buscar un hueco para poner el dial donde me van a escuchar y compartir ese rato conmigo. El 95.2, por si a alguien aún no se lo he dicho. De 12.30 a 13.30 horas. Pues eso, que me queda aún una semana y media para seguir disfrutando de la satisfacción de hablar y saber que al otro lado hay ge

Diez años

Increíble. Ya han pasado 10 años. A muchos no os había vuelto a ver desde aquel 28 de junio de 2003. Había ganas de volver a rememorar anécdotas de la facultad, de clase, de la cafetería y por supuesto, del botellón, jeje Qué buenos años vivimos allí. Yo desde entonces me siento mitad malagueña mitad motrileña. No puedo evitar sentirme bien cuando llego a mi Málaga. Cuando el sábado entraba por El Palo bajé las ventanillas para respirar a playa y a ese sabor que tiene la ciudad. Sobre todo para los que no estamos allí. Luego llegué al hostal (anécdotas hay para rato) y volví a charlar cara a cara con una de las personas que conocí en Málaga y que siguen formando parte de mi vida, mi Javi. Un paseo, un shopping, y a reunirnos con todos. Cuando entré al Cheers fue como volver 10 años atrás. Mis niñas, Blanqui y Gloria, y el resto de gente que fueron mis compis un día y que son unos ‘pariodistas’ muy grandes. Abrazos, recuerdos…   Fue casi imposible hablar con todos!! Me

Inglés y mucho más

Ya han acabado nuestras clases. Y mañana mismo comienzan algunos de mis compis los exámenes. Y a pesar de que ya me estoy poniendo nerviosa, esta noche quiero darle muchos ánimos a todos los que mañana comienzan, pero sobre todo a dos, Soraya y Yaiza. Pensar que a principio de curso ni os conocía, ni a vosotros ni al gran TEAM, jeje.  Y hoy me alegro tanto de haber hecho la prueba de nivel que me llevó a segundo. De haber cogido las 18.30 horas de la tarde y sobre todo de haberos conocido. Y claro, el culpable de ello es nuestro capitán, José. Sin él posiblemente tampoco os hubiera conocido, o sí… Bueno, que eso, que me alegro mucho de este curso que he pasado con todos vosotros. Pues eso, que con esos ratos tan bonitos que hemos compartido en clase, en los descansos, en la entrada y salida, en las cervecitas, en los cafés, y por supuesto, en What´s App!!! Qué iba a ser de nosotros sin nuestras tutorías conjuntas a través del móvil. Pues chicos, que al final os voy a

A mi mamá

Hoy ha sido el Día de la Madre. Y no la he visto. No pasa nada. Nos llevamos en el corazón, y sé que hay mucha gente que no puede verlas ni hoy ni otros días por diferentes circunstancias. Es curioso, hoy la he felicitado por Whats App, hace tiempo ni lo habría imaginado. Es cierto eso de que el “Día de” es algo que puede parecernos mediático, comercial o lo que queramos. Pero no es menos cierto que en muchos casos nos ayuda a acordarnos de cosas, ¿no? Si no, ¿para qué celebramos los cumpleaños, los aniversarios, y tantas cosas? A mí que me encanta celebrar cosas, me encantan también los “días de”. Pero claro, no podemos dejarlo sólo para ese día. Como siempre he dicho de las amistades, que hay que cultivarlas día a día, pasa con todas las relaciones humanas. Así que es un buen día para acordarnos de nuestras madres, pero no el único. Y todo esto viene porque no la he visto. Pero da igual. La veré mañana, o pasado, o la vi ayer. Lo importante es dónde llevamos a las

Una tienda en París

Es el título de mi primer regalo de cumpleaños de este 2013. En realidad pedí (sí, como para los Reyes, jeje) cualquiera de los tres libros de Maxim Huerta. No sé, es alguien a quien he admirado siempre cuando hacía informativos en Tele 5, y aunque ahora no lo sigo en su actual trabajo sí que lo he visto alguna vez y, sinceramente, lo veo mucho más relajado y creo que feliz. Pero bueno, no he venido aquí a hablar de él. Sí de su libro. Desde el título me conquistó. París… Siempre me evoca preciosos recuerdos, magníficas sensaciones… Pasear por sus calles es una de las cosas más bonitas que cualquier ser humano puede hacer. Y sí, debe ser visita obligada. Pues así lo comencé. Esperando encontrar una historia en sus páginas que me cautivara. Pero marzo ha sido un mes de mucho ajetreo, así que fui lentamente buceando en sus páginas. Ha tenido que llegar la Semana Santa, y la acertada idea de meterlo en la maleta, para que se quedara para siempre conmigo. Sí, porque en los

Soy mujer. Puedo

Es sólo una de las citas que se me quedaron grabadas en la celebración del Día Internacional de la Mujer. El evento fue en la Escuela de Educación Infantil Río Ebro, ese centro que tanto da, que tanto ofrece, no sólo a los niños y niñas que tienen la suerte de estudiar allí, sino a sus familias. Pues es una cita. Pero no sólo eso. Es mucho más. Porque ese día comprendí el porqué de esta celebración, el porqué de esa emoción que vi en la mirada de tantas Seños… Y me quedo con lo vivido. Días antes de esta fecha (8 de marzo por si hay algún despiste), me llamaron desde el cole para ofrecerme dar una charla sobre mi trabajo a los niños y niñas de 3 a 5 años. Todo un reto. ¿Cómo iba a conseguir lograr captar la atención de los pequeños? Pues creo que lo logré. Más de una semana después me he encontrado con una niña que al verme por la calle le decía a su papá al oído: “esta es la periodista que vino al cole el otro día a hablar de su trabajo”. Me quedo sin palabras. El dí

Bendita profesión

Hoy quiero hablar de una profesión, la de periodista. La mía. La de muchos amigos y compañeros. Donde como en todo, hay bueno y menos bueno. Pues eso. En junio de este año se cumplen 10 años de aquel maravilloso junio de 2003, el año de nuestra graduación. Pensar en esas lágrimas que se nos escapaban porque no íbamos a vernos más. Y mira, en muchos casos gracias a las redes sociales sabemos más de nuestras vidas casi entonces. En esta década de trabajo como periodista me quedo con lo bueno. Por supuesto también ha habido menos bueno… Precisamente ahora no es uno de los mejores momentos para los que amamos escribir, contar historias… Pero hay que seguir. Hace unos días hablaba con un amigo sobre ello. A muchos nos gusta estar en la calle, en el día a día de lo que pasa en nuestro ámbito más cercano. Creo que esa es la esencia del periodismo. Querer contar qué está pasando. Cuando comienzas lo das todo, tu tiempo, tus ganas, tu ilusión… Y sueles ganar poco en lo económi

Volviendo a la normalidad

Me lo habéis dicho muchos… Es cierto. Llevo mucho sin actualizar el blog. Pero es que las Navidades me las he querido tomar con un poco de relax, que nunca viene mal. Y aquí estamos de nuevo. Retomando la actividad. En todos los aspectos. En estos días volvemos a comenzar con el trabajo (no he tenido vacaciones como tal, pero sí días más tranquilos, y se agradece), el colegio, las actividades extraescolares, el gimnasio o en mi caso la piscina… Normalidad, que el cuerpo también lo necesita. En estas tres semanas he tenido tiempo de tantas cosas… He podido disfrutar de bonitos reencuentros, de viajes cercanos y visitas turísticas en nuestra Granada o la obligada en Navidad a mi Málaga. De tardes o mañanas de compras por mi Motril, sola o acompañada. De paseos de la mano de mi pequeño -ya no tanto-. De cafés eternos en la mejor compañía -la de siempre, esa que nunca debemos perder-, de charlas, de cenas y copas, de cine y peli en el sofá… Lo dicho unas fechas bien aprovecha