Aún recuerdo cuando acabó mi etapa en la Guardería Los Girasoles y yo, con tan sólo 6 añitos, no me podía imaginar la vida fuera de allí. Mi madre era una de las seños, pero no sólo era por ella. Allí había crecido junto a un gran grupo de seños que hicieron que esos años fueran hermosos. Y claro, una de las más importantes, y de las que mejor recuerdo, es mi Seño Laura. Mi madre aún me recuerda a veces cómo lloraba y decía que no me quería ir sin mi Seño a otro cole. Cosas de niños… Seguro que ese pensamiento pasa por muchas cabezas. Bueno, pues hoy puedo decir que esa persona sigue muy presente en mi vida. Y no puede ser más bonito. Resulta que en mi vida profesional me reencontré a mi Seño Laura cuando ella estaba en su etapa política. Y cuando decidí casarme por lo civil, fue muy fácil tomar la decisión de que ella fuera la que uniera mi vida a la de Pepe, mi marido. Y ahora, unos años más tarde, resulta que Hugo comienza el cole y tenemos la suerte de que sea en