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Sobre Halloween y otras fiestas




Siempre digo que nuestros hijos nos enseñan. En este caso en su colegio no sólo se les enseñan cosas a ellos. Los padres también aprendemos muchísimo. El año pasado descubrí cosas de Federico García Lorca explicadas de voz de Hugo, que con tan sólo tres años era capaz de recitarme la poesía de Mariposa del Aire que aprendimos todos en casa. Este año hemos comenzado con la Prehistoria. Además de volver a ver los episodios correspondientes de “Érase una vez el hombre”, hemos investigado sobre las herramientas y recordado cómo vivían o comían. En definitiva, que volvemos a estudiar cosas que ya teníamos olvidadas. Y de una forma mucho más divertida.

Pero hay un tema con el que hay cierta polémica. Se trata de Halloween, una efeméride que en el centro donde estudia mi hijo (y en muchos otros) también se celebra. Y se hace, como todo, con unos fines educativos y dentro del Plan de Bilingüismo que se desarrolla en Río Ebro. Pues Hugo fue a su cole tan feliz porque iba disfrazado de fantasma, y me preguntaba si la Seño Encarni lo iba a reconocer… Por la noche, junto con unos amigos, fuimos de casa en casa pidiendo caramelos. Todos disfrazados. Ver la cara de mi hijo cuando vio a su padre disfrazado por primera vez, o cuando me vio maquillada de bruja mala y sangrienta, no tiene precio. Nos lo pasamos muy bien.

En mi caso es el segundo año en el que celebro Halloween. Desde que Hugo comenzó el cole. Y creo que muchas personas de las que durante el día de ayer y hoy dicen que esto es una americanada más y que sólo no debemos celebrarla en España, terminarán celebrando esta efeméride cuando sus hijos o hijas así lo soliciten.

Por cierto, el celebrar Halloween no implica dejar de celebrar nuestras tradiciones. Siguiendo con el colegio, en el de mi hijo se fomenta que sigamos celebrándolo todo. En mi caso, es cierto que quizás hoy debería haber ido al cementerio, pero también ayer, y también mañana. Les debo una visita. Pero ellos, desde donde estén saben que los recuerdo aunque haga tiempo que no acuda donde están sus tumbas. También creo que en algunos casos el acudir hoy al cementerio a poner flores es cuestión de hipocresía cuando en pocos días del resto del año se hace una visita.

Pues eso, que se puede celebrar Halloween, se pueden comer castañas y celebrar de la forma tradicional el Día de Todos los Santos. Bajo mi opinión no hay nada de malo en conocer y compartir otras tradiciones y sumarlas a las nuestras.

Y para terminar os dejo con un enlace que han compartido con las familias desde nuestro cole. ¡Que resulta que estamos equivocados! La fiesta de Halloween es europea, no americana. Aunque es cierto que ellos saben venderse mejor que nosotros. Así nos va.

Comentarios

  1. Q me gustaban a mi los dibujos "erase una vez..."

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  2. Pues no tienes ni idea de lo que es verlos de nuevo con nuestra edad y junto a Hugo. Cuando quieras estás invitado a una velada familiar para ver Érase una vez!
    Gracias por seguir mi blog...

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