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Gracias a la vida




Siguiendo con las canciones, hoy me viene a la mente esa de  “Gracias a la vida, que me ha dado tanto….”

Así es. Aunque a veces ni nos demos cuenta de lo privilegiados que somos.

Creo que soy de esas personas que puede dar gracias por seguir haciendo lo que me gusta. Es cierto que hay partes que me cuestan un poco más, pero en saber adaptarse está lo bueno, ¿no? Sinceramente, creo que es lo que tenemos que hacer. Hoy leía un artículo en el que se hablaba de los jóvenes que tienen que salir de España para poder trabajar, tener unos sueldos dignos… Como nuestros padres y abuelos, pero con una diferencia, ahora suelen ser jóvenes muy bien preparados. Y quién sabe si no tendremos que emigrar también las familias…. La verdad es que no nos están poniendo las cosas muy fáciles.

Estar en la calle –es lo bueno de mi actual trabajo, que puedo hablar con mucha y muy diversa gente- te hace ver otras cosas. Y entre esas está ese marido que se ha ido fuera a trabajar a pesar de que aquí tenía un negocio montado... O esa pareja con niños que por ellos se plantea quedarse en una ciudad que no les quiere…  Yo misma. Sé que si mi situación familiar hubiera sido otra, el año de paro que he pasado lo habría pasado fuera de aquí. ¿Por qué? Porque aquí sé cuáles son las posibilidades que hay, fuera tengo que explorarlas. Y sinceramente, mi consejo para cualquier persona que no tenga ataduras familiares es que descubra mundo.


No puedo evitar acordarme de un compañero de facultad. Preparado igual que todos los que salimos de estudiar. Pero sin suerte en nuestra profesión. Un tiempo aquí, un tiempo allá. Y de pronto, decide hacer un curso para comenzar una carrera en el mundo de la aviación. Cuando veo dónde y cómo vive me da mucha alegría ver que todo le ha ido genial. Ha conocido miles de lugares a los que a casi todo el mundo le gustaría haber ido al menos de visita una vez en su vida. Ha conocido a muchas y muy diferentes personas. Ha vivido en no sé cuántas ciudades. Tiene un trabajo que le gusta. Sí, sé que echa de menos a su familia, pero sabe que están ahí. Siempre están ahí.

Creo que debemos dar las gracias cada día por lo que tenemos, por lo que somos, por lo que hacemos…

A pesar de que en muchas ocasiones nos ahoguemos entre tanto pesimismo.

Justo cuando he ido a colgar este post he leído el blog de una compañera... Os dejo su aportación. 

Suerte Laura. 



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